Hay un elemento que no puede faltar en la ecuación del éxito comercial en Internet.
Me refiero a la famosa y nunca bien ponderada página de ventas, el último eslabón de la cadena hacia la ansiada conversión.
El tenerla tampoco es garantía absoluta de venta –hay otros factores que entran en juego – pero si no la tienes, te garantizo que no venderás ni una sombrilla en pleno aguacero.
Pero, empecemos por lo básico. ¿Qué es una página de ventas?
En palabras de la consultora en marketing, Laura Ribas, es una página individual dentro de tu web que tiene como único objetivo convertir las visitas de tu web en clientes, es decir: su objetivo es que te compren, generar ventas.
Para lograrlo, antes debes explicar de manera pormenorizada los detalles relevantes acerca de tu producto o servicio.
Aquello que lo hace único, diferente y de valor frente al de tu competencia.
Desde quién eres y por qué haces lo que haces, hasta los beneficios, garantías y bonos adicionales… En resumen, todos los argumentos necesarios para persuadir a tu prospecto de que eres la mejor opción.
Tu objetivo es que el cliente de al botón de compra (CTA) sin pensarlo mucho ni cargos de consciencia.
Puedes tener el mejor producto o servicio que si descuidas la página de venta, todo lo demás habría sido en vano, incluyendo el resto de tu estrategia de marketing.
¿Y si es tan importante, por qué muchas tiendas o negocios online la descuidan o del todo no la tienen?
La misma inquietud me planteo yo.
Ya sea por falta de tiempo, desconocimiento o simple pereza, lo cierto es que es una tarea pendiente para muchos empresarios de la web.
Procurando cambiar pronto esa triste realidad, hoy te desvelo el paso a paso para crear una página de ventas irresistible, sin necesidad de ser experto en copywriting.
¿Te parece la idea? Empezamos.
¿A quién te diriges?
Como te lo he dicho en reiteradas ocasiones, antes de sentarte a escribir, debes tener claro a quién te diriges.
No escribes una carta de amor sin tener presente ese alguien especial al que se la enviarás.
De los sentimientos y emociones que te inspire esa persona, así de romántico o no será el resultado final.
Guardando las distancias –y sentimentalismos- del caso, con tu página de ventas ocurre un fenómeno similar.
Si bien no es necesario que te enamores de tu prospecto, él si debe enamorarse de tu propuesta.
Y para ello debes conocerlo a profundidad: sus anhelos, deseos, necesidades y problemas puntuales.
Solo así podrás ofrecerle una solución personalizada y a la medida.
Con esto en mente, ahora sí, manos a la obra.
Titulares sugestivos
Empecemos por lo más importante en el proceso para crear una página de ventas: el titular o los titulares, más bien (puede que necesites varios para las distintas secciones).
Sin embargo, acá lo importante no es la cantidad si no la calidad y que estén pensados para servir a un solo propósito fundamental: generar conversiones.
De hecho, Maider Tomasena, reconocida copywriter española, indica que los títulos deben vender por sí solos, independientemente del resto del contenido.
De ahí la imperiosa necesidad de dedicarles tiempo, esfuerzo y creatividad.
Procura ser original y no caer en los lugares comunes.
Evita frases hechas (la luz al final del túnel, construye un mejor mañana…) o caer en absolutismos imposibles de comprobar (la mejor y única alternativa para bajar de peso).
Céntrate en los beneficios de tu producto, el resultado o la transformación que ofreces. Titula pensando en el destino y no en el camino.
Ponte en sus zapatos
Ya que lo enganchaste con un buen titular, ahora te corresponde crear empatía.
¿Cómo se logra?
Haciendo las preguntas correctas.
De esas que, por ejemplo, inician así:
- ¿Te sientes frustrado de X?
- ¿Cansado de X?
- ¿No te ha sucedido alguna vez que X?
Aunque te suene a teletienda, te aseguro que funciona si logras que esa “X” se convierta en el punto de dolor medular de tu cliente.
Dale a entender que lo comprendes y deseas ayudarle, sin juzgarlo.
Como bien dicen de una forma que ya raya en cliché, colócate en sus zapatos. Hazlo sentir como si hablara con un amigo que pasó por la misma situación que le afecta en la actualidad.
Y, por lo tanto, conoces la ruta a seguir y gozas de la autoridad para llevarlo de la mano hasta lograr un resultado transformador.
Muéstrale la ruta
Llegó el momento de enseñarle esa ruta; es decir, de hablarle de tu solución.
En esta sección, dile frases como “¿qué pasa si te diría que eso puede cambiar?”, o “tengo una solución qué proponerte”.
De momento no te enfoques en el producto en sí ni en las características.
Mejor resalta los beneficios que brindas.
Más allá del precio o especificaciones técnicas, tu cliente desea saber cómo vas a cambiar el estado actual de su situación o mejorar su calidad de vida.
Quiere ver con claridad el antes y el después.
¿Disfrutará de más tiempo libre, felicidad, libertad, éxito en los negocios, etc.?
¿Cuál es el beneficio concreto que ofreces?
Permite ver la satisfacción a largo plazo y no el sacrificio económico inmediato.
No vendemos bienes ni servicios sino soluciones a problemas puntuales.
Describe tu producto
Ya con los beneficios en mente, puedes ser más específico sobre la parte técnica de tu producto.
¿Qué ofreces exactamente? ¿Cuál es el cambio que propones? ¿Cómo pretendes lograrlo? Y lo más importante, ¿cuánto vale?
Antójalo de tu producto, hazle la boca agua, describiendo todo lo que incluye (y lo que no).
Habla de garantías de devolución, trámites de pago seguro, plazos de entrega, gastos de envío y demás detalles técnicos.
Esto no solo refleja seriedad y profesionalismo sino también brinda seguridad al cliente.
Si quieres consentirlo más, añade bonus o servicios extras que complementarán tu oferta.
Es la mejor alternativa a los descuentos pues no degrada tus productos sino más bien aumenta la percepción de valor.
El objetivo es mover a la acción y recompensar a quienes lo hagan de forma inmediata (si te registras en las próximas horas, te llevas X de regalo).
Aunque normalmente son de cortesía, casi siempre se incluye el precio como referencia positiva al cliente del alto valor recibido vs el precio pagado.
Inspira confianza
Puede ser que, a estas alturas, ya tu cliente esté más convencido sobre la conveniencia de comprarte.
Pero si no lo ha hecho aún es porque falta un componente fundamental en la fórmula: la confianza.
Ya lograste crear empatía y te mostraste como un genuino solucionador de problemas.
Pero como bien dicen por ahí, del dicho al hecho hay mucho trecho.
Al cliente, en este momento, le preocupa saber si eres quien dices ser y si eres capaz de cumplir con lo que ofreces.
En buen castellano y aunque suene feo, quiere cerciorarse de que no eres un vendehúmos más, de esos que pululan por la web.
No te lo tomes personal. Está en toda su razón de dudar. En esto, muchas veces, justos pagamos por pecadores.
Así que demuéstrale que no es así. Que reúnes toda las competencias y conocimientos para ayudarle de buena fe y sin dobles intenciones.
Incluye una breve reseña de tu vida personal y profesional. Explícale quién eres, de dónde vienes y hasta cuál es tu comida preferida.
Todo lo que sea pertinente para bajar las barreras de la desconfianza y ganar en autoridad.
Manejando objeciones
Nadie compra de buenas a primeras, a no ser que sea algo de extrema urgencia.
Cuando se trata de cualquier otro producto o servicio, prefiere tomarse las cosas con calma.
Es cuando surgen las típicas “tengo que pensármelo”, “te aviso mañana” o “debo consultarlo con mi abuelita.”
Estas son las normales e inevitables objeciones.
Por más que le brindes toda la información completa y en bandeja de plata, siempre quedarán dudas.
¿Qué puedes hacer para combatir las famosas objeciones?
- Prueba social: Incluye testimonios de clientes satisfechos. Ya sea en forma textual o audiovisual, lo que dicen los demás importa y mucho. ¿O es que acaso no te metes a Google a ver cuántas estrellas y opiniones tiene el restaurante que te recomendaron?
- Preguntas frecuentes: El apartado de FQA (Frequently Questioned Answers) es una práctica deseable. Ahí casi siempre se hallará la respuesta a esa difícil pregunta que intriga a tu cliente y no se atreve a hacer.
- Filtrar clientes indeseables: Ningún producto o servicio es para todo mundo. Déjalo claro desde un principio y te evitarás muchos dolores de cabeza. Añade un apartado a dos columnas donde se indica para quien sí y para quien no es tu solución.
- Más es mejor: ¿Tienes algún otro dato, cifra, estadística o logro, ya sea tuyo o de tus clientes, que te pueda servir para allanar el camino a la compra? Agrégalo. Todo suma en la complicada tarea de derribar objeciones.
¡A tomar acción!
Y, por último, pero no menos importante, están los Call to Action o CTA. Estos botones son indispensables para crear una página de ventas irresistible.
Si no los añades será como dejar a tu cliente en un callejón sin salida. Con toda la información que necesita, pero sin saber cuál es el siguiente mejor paso.
Por lo tanto, llegó la hora de pedirle que te compre. Insisto: no tengas miedo en hacerlo.
Si cumpliste bien todo lo anterior, es probable que tu cliente esté buscando como loco donde darle a comprar.
Te recomiendo incluir varios CTA a lo largo de la página. Nunca sabes en qué momento del proceso, el cliente se decantará por hacer la compra.
Procura que sean claros, visibles y utilicen un lenguaje directo. Puede ser algo así como: “me apunto al programa”, “accedo ya”, “me registro”, o “compro ahora”.
Hazles un diseño atractivo, con un color que destaque, mas no desentone con el diseño del resto de la web.
Conclusión
Si llegaste hasta aquí, estás listo para crear una página de ventas o mejorar las que ya tienes.
Sigue los pasos arriba detallados y te aseguro que tu carta de ventas o sales page, como también se le conoce, no pasará desapercibida.
Ya puedes jactarte, entonces, de conocer el método para crear una página de ventas que persuada y te genere múltiples conversiones.
Ahora es tu turno de llevarlo a la acción e implementarlo a fin de servir a cada vez más personas y con ello contribuir al éxito de tu tienda o negocio online (ganar-ganar)
¿Te quedó claro el proceso y todo lo que implica crear una página de ventas irresistible? ¿Algún paso que haya omitido y que consideres importante?
Dímelo abajo en los comentarios y seguimos la conversación.
¿Si aún no te sientes preparado para crearla por tus propios medios o te falta tiempo o ganas, te propongo que me contactes y con gusto te ayudo a redactarla y publicarla?
Estará lista en menos de lo que tarda en hacer clic tu próximo cliente. ¡Te lo garantizo!
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